Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


sábado, 19 de abril de 2014

ORACIÓN DEL SABADO SANTO


Estaba la Madre dolorosa,
junto a la Cruz y lloraba
mientras el Hijo moría.
Su alma triste y amorosa,
traspasaba dolorosa
una espada de agonía.

¡Cuán triste y afligida
se vio la madre querida
de tantos tormentos llena!.

Cuando ante sí contemplaba
y con firmeza aceptaba
del Hijo amado la pena.

¿Y cuál hombre no llorara
si a la Virgen contemplara
sumergida en tal dolor?

¿Y quién no se entristeciera,
si así, Madre, te sintiera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo
vio en su tormento tan profundo
a Jesús la dulce Madre.

Vio morir a su Hijo amado,
-que rindió desamparado- ,
el espíritu al Padre.

Oh Madre, fuente de amor
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.

Que siempre, por Cristo amado
mi corazón abrazado,
más viva en él que conmigo.

Para que a amarle me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.

Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y poder participar
de sus penas, mientras vivo.

Porque acompañar deseo
en la Cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santa,
llore yo con fuerza tanta,
que el llanto, dulce me sea!.

Que su pasión y su muerte
haga mi alma mas fuerte,
y siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore;
que en ella viva y adore,
con un corazón propicio.

Su verdad en mi encienda
y contigo me defienda
en el día del gran Juicio.

Haz que Cristo con su muerte
sea mi esperanza fuerte
en el supremo vaivén.

Que mi cuerpo quede en calma
y con él vaya mi alma
a la eterna gloria.

Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario