miércoles, 29 de junio de 2011
SAN PEDRO Y SAN PABLO
La solemnidad conjunta de San Pedro y San Pablo es la conmemoración del martirio en Roma de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso, que se celebra el 29 de junio. La fecha bien puede ser el aniversario de sus muertes, por el traslado de sus reliquias. Los católicos celebramos esta fiesta con toda solemnidad. En las últimas décadas, esta celebración ha sido de vital importancia para el moderno movimiento ecuménico, como una ocasión idónea en la que el Papa y el Patriarca de Constantinopla han oficiado servicios eclesiásticos encaminados a que sus iglesias se acerquen a la intercomunión, como una participación en lo común.
Oración a los mártires San Pedro y San Pablo
¡Oh santos apóstoles Pedro y Pablo! Yo los elijo hoy y para siempre por mis especiales protectores y abogados; y me alegro humildemente tanto con Vos, san Pedro, príncipe de los Apóstoles, porque sos la piedra sobre la cual edificó Dios su Iglesia; como con Vos, san Pablo, escogido por Dios para vaso de elección y predicador de la verdad en todo el mundo. Alcáncenme, les suplico, una fe viva, una esperanza firme y una caridad perfecta; atención en el orar, pureza de corazón, recta intención en las obras, diligencia en el cumplimiento de las obligaciones de mi estado, constancia en los propósitos, resignación a la voluntad de Dios y perseverancia en la Divina Gracia hasta la muerte; para que mediante vuestra intercesión y vuestros méritos gloriosos, pueda vencer las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne, me haga digno de presentarme ante el Supremo y eterno pastor de almas Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos, para gozarle y amarle eternamente. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
viernes, 24 de junio de 2011
FIESTA DE SAN JUAN BAUTISTA
Este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento. San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo.
La tradición cristiana considera a San Juan Bautista, el Precursor de Nuestro Señor Jesucristo. Miembro de la Sagrada Familia por ser primo segundo del Dios hecho Hombre, pasó a la historia por su extrema valentía, su ascetismo, su pureza y su ejemplar obediencia a las leyes divinas.
Llegaron entonces los día en que Isabel debía dar a luz y así, el 24 de junio nació un niño que llevó por nombre el mismo de su padre; y el pueblo entero sintió gran júbilo y misericordia. Ocho días después, el recién nacido fue llevado al Templo para ser circuncidado y allí se le preguntó a su padre que nombre quería ponerle. Y fue entonces que Zacarías, después de escribir “Juan” en una tablilla, recuperó el habla y comenzó a bendecir a Dios.
ORACION
Glorioso San Juan Bautista, por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús
y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos;
por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos,
te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio
y en particular te ruego me alcances la gracia que te pido en este día.
Amén.
lunes, 20 de junio de 2011
ORACION A LA SANTISIMA TRINIDAD
Gloria a Dios en el Cielo
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria
te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias.
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre:
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros:
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.
lunes, 13 de junio de 2011
SAN ANTONIO DE PADUA
Dijo Juan Pablo II sobre San Antonio de Padua:
"Su predicación no era declamatoria, ni se limitaba a vagas exhortaciones para llevar una vida buena; intentaba anunciar realmente el Evangelio, sabiendo bien que las palabras de Cristo no eran como las otras palabras, sino que poseían una fuerza que penetraba a los oyentes. Durante largos años se había dedicado al estudio de las Escrituras, y precisamente esta preparación le permitía anunciar al pueblo el mensaje de salvación con excepcional vigor. Sus sermones, llenos de fuego, agradaban a la gente, que sentía íntima necesidad de escucharle y, después, no podía sustraerse a la fuerza espiritual de sus palabras."
Oración
Oh Dios, que te dignaste escoger a San Antonio como modelo de todas las virtudes para la bendición de toda la humanidad, y has convertido a muchas almas a través de sus sermones y buen ejemplo, concédeme que por sus méritos e intercesión pueda real y verdaderamente convertirme, renunciar al pecado y a todo deseo de pecar, y hacerme cada vez más y más del agrado de Dios por la practica de la verdadera virtud. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
domingo, 12 de junio de 2011
FIESTA DEL INMACULADO CORAZON DE MARIA
María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría.
La Fiesta de su Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad...
La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de su Madre. Por ello, nos consagramos al Corazón de Jesús por medio del Corazón de María.
Esto se hace evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas de manera consecutiva, viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al domingo del Corpus Christi. Santa María, Mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su Inmaculado Corazón que nos ayude a conformarnos con su Hijo Jesús.
Venerar su Inmaculado Corazón significa, pues, no sólo reverenciar el corazón físico sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Veneramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás. El Corazón de Nuestra Madre nos muestra claramente la respuesta a los impulsos de sus dinamismos fundamentales, percibidos, por su profunda pureza, en el auténtico sentido.
FIESTA DE PENTECOSTES
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes".
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".
(Jn 20, 19-23)
sábado, 11 de junio de 2011
VEN ESPIRITU SANTO
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. (Hch 2, 1-5)
miércoles, 8 de junio de 2011
LOS 7 DONES DEL ESPIRITU SANTO
Los dones del Espíritu Santo son hábitos sobrenaturales infundidos por Dios en las potencias del alma para recibir y secundar con facilidad las mociones del propio Espíritu Santo al modo divino o sobrehumano.
Los siete dones del Espíritu Santo
1. Sabiduría: Reside en el gusto para lo espiritual y la capacidad de juzgar según la medida de Dios.
2. Inteligencia (Entendimiento): Es una gracia del Espíritu Santo para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas.
3. Consejo: Ilumina la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone, sugiriéndole lo que es lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al alma.
4. Fortaleza: La fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral es la fortaleza. Para obrar valerosamente lo que Dios quiere de nosotros, y sobrellevar las contrariedades de la vida. Para resistir las instigaciones de las pasiones internas y las presiones del ambiente. Con fortaleza se supera la timidez y la agresividad.
5. Ciencia: Nos da a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación y dependencia esencial con el Creador.
6. Piedad: Sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios como Padre y para con los hermanos como hijos del mismo Padre. Clamar ¡Abba, Padre!
7. Temor de Dios: Espíritu contrito ante Dios, concientes de las culpas y del castigo divino, pero dentro de la fe en la misericordia divina. Temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad. Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios: el alma se preocupa de no disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de "permanecer" y de crecer en la caridad.
Los dones del Espíritu Santo son infundidos por Dios. El alma no podría adquirir los dones por sus propias fuerzas ya que transcienden infinitamente todo el orden puramente natural. Los dones los poseen en algún grado todas las almas en gracia y son incompatibles con el pecado mortal.
Invocación:
¡Ven Espíritu Santo y llena nuestros corazones con el fuego de tu amor!
Los siete dones del Espíritu Santo
1. Sabiduría: Reside en el gusto para lo espiritual y la capacidad de juzgar según la medida de Dios.
2. Inteligencia (Entendimiento): Es una gracia del Espíritu Santo para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas.
3. Consejo: Ilumina la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone, sugiriéndole lo que es lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al alma.
4. Fortaleza: La fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral es la fortaleza. Para obrar valerosamente lo que Dios quiere de nosotros, y sobrellevar las contrariedades de la vida. Para resistir las instigaciones de las pasiones internas y las presiones del ambiente. Con fortaleza se supera la timidez y la agresividad.
5. Ciencia: Nos da a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación y dependencia esencial con el Creador.
6. Piedad: Sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios como Padre y para con los hermanos como hijos del mismo Padre. Clamar ¡Abba, Padre!
7. Temor de Dios: Espíritu contrito ante Dios, concientes de las culpas y del castigo divino, pero dentro de la fe en la misericordia divina. Temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad. Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios: el alma se preocupa de no disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de "permanecer" y de crecer en la caridad.
Los dones del Espíritu Santo son infundidos por Dios. El alma no podría adquirir los dones por sus propias fuerzas ya que transcienden infinitamente todo el orden puramente natural. Los dones los poseen en algún grado todas las almas en gracia y son incompatibles con el pecado mortal.
Invocación:
¡Ven Espíritu Santo y llena nuestros corazones con el fuego de tu amor!
viernes, 3 de junio de 2011
NOVENA ANTES DE PENTECOSTES
Dentro de pocos días estaremos celebrando la llegada del Espíritu Santo, día importante para nosotros los católicos, porque es una fiesta en la que se cumple, nuevamente, aquella profecía del Emmanuel prometido por Dios, dicha por boca del profeta Isaías como una esperanza que ha guiado nuestro camino a través del tiempo; Dios con nosotros.
Profecía que en la Navidad y en la Pascua se vuelve realidad por medio de Nuestro Señor Jesucristo, que permanece con nosotros en esa presencia única de la Eucaristía. Y ahora, en el día de Pentecostés, esa presencia se hace de nuevo realidad por medio del Espíritu Santo, Dios con nosotros, Dios en nosotros, Dios dentro de nosotros. Hermosa promesa hecha realidad que nos debe dar el valor de vivir nuestro compromiso con Dios. De hacerlo participé en cada momento de nuestras vidas. De sentirnos privilegiados por ser los escogidos del Padre y del Hijo para portar en nuestro corazón al Espíritu de ambos.
Por eso para tener presente tan grandioso día, en el grupo de la Medalla Milagrosa, se ha preparado esta novena que empezaremos a orar el próximo viernes 3 de junio. La novena no toma mucho tiempo orarla, aproximadamente diez minutos, pero nos prepara para estar concientes de la importancia que tiene el Espíritu Santo en nuestras vidas. Procuremos tener un tiempo para dedicarnos a rezarla, con nuestra familia, en nuestra comunidad, con los amigos, nosotros solos antes de acostarnos; dedicarle este momento al Espíritu Santo para que le pidamos que nunca nos deje, que siempre este a nuestro lado, guiándonos, consolándonos y si se puede ayudándonos en las peticiones e intenciones que le presentemos y que serán incluidas dentro de la novena para que todos aquellos que la oren puedan pedir por estas necesidades, además de las propias. De aquí que las peticiones e intenciones se hayan divido de la siguiente forma para agruparlas y sea más fácil tener presente a aquello por lo que pedimos al Espíritu Santo:
Día 1 – Por nuestros hogares (hijos, pareja, hermanos, padres, todos aquellos que vivan bajo el mismo techo que nosotros).
Día 2 – Por nuestra familia (primos, tíos, abuelitos, etc.).
Día 3 – Amigos.
Día 4 – Comunidad (nuestra ciudad, nuestra gente, nuestro país).
Día 5 – Iglesia (nuestra parroquia, nuestra congregación, la Iglesia y el Papa).
Día 6 – Intenciones especiales (cualquier intención o suplica de carácter especial: por ejemplo, la situación que pueda llegar a tener una persona en su salud).
Día 7 – Intención personal (o aquellas peticiones que no pudieron entrar en los días anteriores).
Día 8 – Por las personas de los grupos de oración.
Día 9 – En agradecimiento al Espíritu Santo por escuchar nuestras plegarias.
Cada día presentaremos las intenciones correspondientes, a fin de ofrecerlas a Nuestro Señor, para que nos mande un rayo de su luz de esperanza y encontrar un consuelo en su compañía.
ORACIÓN INICIAL
¡Oh Espíritu Santo! Divinísimo consolador de mi alma, fuego, luz y celestial ardor de los corazones humanos, si es para gloria de vuestra Majestad que yo consiga lo que deseo y pido en este día, dígnate concedérmelo benignamente; y sino dirige mi petición, dándome las gracias que han de ser para vuestra mayor gloria y bien de la salvación de mi alma. Amén.
Ahora cada uno se recogerá interiormente y pedirá la intención de cada día.
Hecha la petición, rezar el Padre Nuestro, el Ave María y tres Gloria Patri en honor de la Santísima Trinidad, y terminar con la oración final para todos los días.
ORACIÓN FINAL
Oh Dios, que has instruido los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo, danos el sentir rectamente con este mismo Espíritu, y gozar siempre de su consolación. Por Jesucristo Señor nuestro, tu Hijo, que vive contigo y reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, y que es Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
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