Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


jueves, 28 de mayo de 2015

ORACIÓN A JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

Señor, Jesucristo, nuestro magnífico y supremo Sacerdote. 
Por tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como 
el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros.
Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección por los 
sacramentos del Bautismo y Confirmación, para unirnos 
en el ofrecimiento del sacrificio de Ti mismo por la 
participación de tu Sacerdocio en la Eucaristía. 
Así pertenecemos a tu Reino en la tierra, haciéndonos tu
pueblo santo.
Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu 
Espíritu de Amor y Vida que nos una a ti, Sacerdote y 
Víctima, para que el plan de salvación para todos los 
pueblos se establezca dentro de nosotros.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu 
Espíritu de Sabiduría y unión, que a todos nos unifique en
tu Cuerpo Místico, la Iglesia, para ser tus testigos en el mundo.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tu cruz remedie 
nuestros males, tu Resurrección nos renueve, tu Espíritu Santo 
nos santifique, tu Realeza nos glorifique y nos redima tu 
Sacerdocio, para que podamos unirnos contigo como Tú lo 
estás con el Padre en el Espíritu Santo.
Señor, Jesús, reúnenos a todos en tu Persona –Víctima, Sacerdote, 
Rey – por el banquete salvador de la Eucaristía que tú y nosotros
ofrecemos en el altar del Sacrificio, ahora y durante to dos los días
de nuestra peregrinación por este mundo. Cuando nos llames a tu 
Reino celestial, entonces podamos participar con todos los santos 
de tu gloria, amor y vida en unión con el Padre y el Espíritu Santo 
por toda la eternidad. 
Amén.

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