Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


jueves, 29 de marzo de 2012

SAN JOSÉ DE ARIMATEA




José de Arimatea aparece mencionado en los cuatro evangelios en el contexto de la pasión y muerte de Jesús. Era oriundo de Arimatea, una población en Judá, probablemente el lugar de nacimiento de Samuel (1 S 1,1). Hombre rico (Mt 27,57) y miembro ilustre del sanedrín (Mc 15,43; Lc 23,50), tenía un sepulcro nuevo cavado en la roca, cerca del Gólgota, en Jerusalén. Era discípulo Jesús, pero, como Nicodemo, lo mantenía en oculto por temor a las autoridades judías (Jn 19,38). De él dice Lucas que esperaba el Reino de Dios y no había consentido en la condena de Jesús por parte del sanedrín (Lc 23,51). En los momentos crueles de la crucifixión no teme dar la cara y pide a Pilatos el cuerpo de Jesús (en el Evangelio de Pedro 2,1; 6,23-24, un apócrifo del siglo II, José lo solicita antes de la crucifixión). Concedido el permiso por el prefecto, descuelga al crucificado, lo envuelve en una sábana limpia y, con ayuda de Nicodemo, deposita a Jesús en el sepulcro de su propiedad, que todavía nadie había utilizado. Tras cerrarlo con una gran roca se marchan (Mt 27,57-60, Mc 15,42-46, Lc 23,50-53 y Jn 19,38-42).

miércoles, 28 de marzo de 2012

LA VERDAD LOS HARA LIBRES



Jesús dijo a los judíos:
"Si ustedes permanecen fieles a mi palabra,
serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad los hará libres".
San Juan 8,31-42

domingo, 25 de marzo de 2012

UN ROSARIO POR LA VIDA



El Santo Rosario es un continuo acto de fe, esperanza y amor a la Santísima Virgen. Rezarlo unidos por una intención conjunta, es barrera de contención ante los ataques del mal, y ante las graves acechanzas que se ciernen sobre la vida de los mas débiles, los niños por nacer. Hoy una avalancha de leyes tanto a nivel nacional, como internacional, tratan de imponer la filosofía de la muerte sobre la de la Vida. Estas corrientes atacan al hombre en su etapa mas vulnerables y débil, cuando aún esta indefenso en el vientre de su madre. Como la fe mueve montañas, nos reuniremos a orar junto a María por el Don de la Vida.

"UN ROSARIO POR LA VIDA", lleva la intención de pedir la protección de la Virgen Santísima en el "Dia del niño por Nacer".
Invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a esta oración. Los más pobres entre los pobres, "los niños que aún no nacieron" esperan nuestra presencia, para que alcemos la voz en oración de amor fraterno, por la protección de aquellos que no pueden defenderse.
Los invitamos hoy a las 18 hs. a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires para unirse al "Rosario por la Vida".



LA SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACION


«La solemnidad de la Anunciación que nos lleva a contemplar la Encarnación del Verbo eterno hecho carne en el seno de María. El «sí» de la Virgen abrió las puertas al plan salvífico del Padre. Ese «fiat» que hoy recordamos prepara el del Verbo encarnado, y a ellos debe unirse nuestro propio «sí» ante los misteriosos designios divinos.»
S.S Juan Pablo II.


San Lucas, en el capítulo 1 de su Evangelio, traza algunas características del asentimiento de la Virgen. Un fiat progresivo, en el que el primer paso es la escucha de la palabra. El ángel encontró a María en la disposición necesaria para anunciar su mensaje. Después la palabra es acogida: María la interioriza, la hace suya, la guarda en su corazón. Esa palabra, aceptada en lo profundo, se hace vida. Es una donación constante, que no se limita al momento de la Anunciación. Todas las páginas de su vida, las claras y las oscuras, las conocidas y las ocultas, serán un homenaje de amor a Dios: un ‘sí’ pronunciado en Nazaret y sostenido hasta el Calvario. El "fiat" de María es generoso. No sólo porque lo sostuvo durante toda su vida, sino también por la intensidad de cada momento, por la disponibilidad para hacer lo que Dios le pedía a cada instante.

Como Dios quiso necesitar de María, ha querido contar con la ayuda que nosotros podemos prestarle. Como Dios anhelaba escuchar de sus labios purísimos “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38), Dios quiere que de nuestra boca y de nuestro corazón brote también un ‘sí’ generoso. Del "fiat" de María dependía la salvación de todos los hombres.
Cada día es una oportunidad para que nosotros también pronunciemos un "fiat" lleno de amor a Dios, en las pequeñas y grandes cosas. Siempre decirle que sí, siempre agradarle. El ejemplo de María nos ilumina y nos guía. Nos da la certeza de que aunque a veces sea difícil aceptar la voluntad de Dios, nos llena de felicidad y de paz.

sábado, 24 de marzo de 2012

150 ANIVERSARIO DE LA PROVINCIA ARGENTINA DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL




El 24 de marzo de 1862, se erige canónicamente la Compañía de las Hijas de la Caridad (HdC) creándose la Provincia de Argentina. Antes, en 1859 habían arribado al puerto de Buenos Aires, procedentes de Francia y por pedido de las autoridades municipales de esta ciudad, dos sacerdotes Vicentinos y doce Hijas de la Caridad.
Ya tempranamente inician su apostolado, y Sor Berdoulat, entonces Superiora, envía en 1861, a cuatro Hermanas al escenario de la lucha del combate de Pavón. Años después, durante la guerra de la Triple Alianza, vuelven a contar con la asistencia y la caridad de las Hermanas.
Durante 1862, los Padres Vicentinos y las Hijas de la Caridad reciben como donación unos terrenos destinados a la construcción de las Casas Centrales de ambas Compañías. Así, se establecen definitivamente en el actual barrio de Constitución, sobre la calle Cochabamba al 1400.
La entrega generosa en el cuidado del cuerpo y del alma de los que sufren es demostrada nuevamente por las Hijas de la Caridad durante las epidemias de cólera y fiebre amarilla que asolan a Buenos Aires en 1872. Algunas de ellas encontraron la muerte realizando esta obra...
También cabe recordar a Sor Mathilde Polère, quien como Directora de Seminario, promueve las vocaciones y a la incipiente Asociación de la Medalla Milagrosa, por medio de las jóvenes hijas de María Inmaculada.

Desde los albores del siglo XX hasta la fecha, los Padres Vicentinos y las Hijas de la Caridad multiplican sus tareas de servicio en varias localidades de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Descubriendo a Cristo en los más pobres, se ocupan de la atención de parroquias, colegios, hospitales, dispensarios, hogares de niños y de ancianos, comedores, residencias estudiantiles y misiones en el interior, junto con los laicos que integran la gran Familia Vicentina.
Celebramos junto a las Hijas de la Caridad y su Visitadora Sor Graciela, estos 150 años de vida rezando, frente a la imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, por las vocaciones de las Hermanas.
 
ORACION POR LAS VOCACIONES DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD
Oh Jesús, por intercesión de María Santísima,
mira compasivo a tantos pobres, enfermos,
ignorantes y marginados.
Envíales nuevas Hijas de la Caridad,
(Hermanas Vicentinas) para que,
sirviéndote a ti, cubran en ellos las
necesidades corporales, sociales y espirituales,
en humildad, sencillez y caridad,
Oh María, suscita para el mundo de los pobres
buenas cristianas en la Compañía de las
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.
Amén.

jueves, 22 de marzo de 2012

OREMOS POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO




ORACION DE SANTA CATALINA DE GENOVA
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Oh gloriosa Santa Catalina de Génova,
digna hija del pobrecillo de Asís,
que te emulaste en la piedad por la Pasión de Jesús
y en el ardor de la caridad, tanto que llegaste a hacer
de tu vida un continuo acto de amor por Dios
y por el prójimo, vuelve a nosotros tu mirada.

Haz que en nuestros corazones se encienda
por lo menos una chispa de tu ardiente amor,
que arrancándonos de los lazos del pecado,
nos una siempre más al Señor.
Sé todavía hoy la suave consoladora de los enfermos,
obteniéndoles con la salud del cuerpo, la paz y la alegría del alma.
Extiende también tu oración sobre las almas del Purgatorio,
a fin de que, cuanto antes puedan gozar la plena posesión de Dios.
Libéranos de las desgracias, aleja de nosotros todo peligro y
obténnos la gracia de merecer, practicando la virtud, la gloria del Paraíso.

Amen.





lunes, 19 de marzo de 2012

SAN JOSE, ESPOSO DE MARIA INMACULADA



El matrimonio de José con María fue un verdadero matrimonio, aunque virginal. Poco después del compromiso, José se percató de la maternidad de María y, aunque no dudaba de su integridad, pensó “repudiarla en secreto”. Siendo “hombre justo”, añade el Evangelio -el adjetivo usado en esta dramática situación es como el relámpago deslumbrador que ilumina toda la figura del santo-, no quiso admitir sospechas, pero tampoco avalar con su presencia un hecho inexplicable. La palabra del ángel aclara el angustioso dilema. Así él “tomó consigo a su esposa” y con ella fue a Belén para el censo, y allí el Verbo eterno apareció en este mundo, acogido por el homenaje de los humildes pastores y de los sabios y ricos magos; pero también por la hostilidad de Herodes, que obligó a la Sagrada Familia a huir a Egipto.

Después regresaron a la tranquilidad de Nazaret, hasta los doce años, cuando hubo el paréntesis de la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo. Después de este episodio, el Evangelio parece despedirse de José con una sugestiva imagen de la Sagrada Familia: Jesús obedecía a María y a José y crecía bajo su mirada “en sabiduría, en estatura y en gracia”. San José vivió en humildad el extraordinario privilegio de ser el padre putativo de Jesús, y probablemente murió antes del comienzo de la vida pública del Redentor. Su imagen permaneció en la sombra aun después de la muerte.


ORACION POR EL TRABAJO
Glorioso San José, modelo de cuanto deben trabajar con el sudor de su frente, conseguidme la gracia de considerar el trabajo como expiación, para satisfacer tantos pecados. Hacedme trabajar en conciencia, prefiriendo el fiel cumplimiento de mis deberes a mis inclinaciones caprichosas; haced que trabaje con agradecimiento y alegría, poniendo todo mi empeño y honor en aprovechar y desarrollar, por medio del trabajo, todos los talentos que he recibido de Dios. Mandadme trabajar con tranquilidad, moderación y paciencia sin que me atemoricen el cansancio y las dificultades. Inspiradme a menudo pensamientos en la muerte y en la cuenta que he de rendir del tiempo perdido, de los talentos malgastados, de las omisiones y de toda vana complacencia en éxitos obtenidos, tan contraria al honor de Dios. ¡Todo según vuestro ejemplo, oh Patriarca San José!




jueves, 15 de marzo de 2012

ORACION A SANTA LUISA DE MARILLAC





¡Oh gloriosa Santa Luisa de Marillac!
esposa fiel, madre modelo,
formadora de catequistas, maestras y enfermeras.
Ven en nuestra ayuda y alcanza del Señor:
socorro a los Pobres,
alivio a los enfermos,
protección a los desamparados,
caridad a los ricos, conversión a los pecadores,
vitalidad a nuestra Iglesia
y paz a nuestro pueblo.

Cuida nuestro hogar
y cuanto hay en el.
Que sea un camino recto
que nos conduzca a nuestra casa del cielo,
y que tu bendición descienda todos los días
sobre cada uno de los que en el vivimos.
Bendito seas, buen Dios,
porque sembraste el amor en Santa Luisa
para ejemplo nuestro
e imitación de Jesús,
Camino, Verdad y Vida.
Amen



lunes, 12 de marzo de 2012

SAN LUIS ORIONE




San Luis Orione, nació en Pontecurone (norte de Italia) el 23 de junio de 1872. La pobreza y los enormes sacrificios de su familia humilde y trabajadora experimentados desde edad temprana, y la fe sencilla pero firme transmitida por su madre, fueron moldeando un corazón que Dios preparaba para una misión grande. Consciente que Dios lo llamaba a ser sacerdote, pasó por los franciscanos y más tarde por los salesianos de Turín, donde conoció personalmente a Don Bosco, de quien fue discípulo y extrajo gran parte de su formación religiosa, aunque comprendió que no estaba allí su vocación.
En esos años fue descubriendo poco a poco lo que Dios le pedía, primero reuniendo a algunos niños de escasos recursos para catequizarlos y luego ayudándolos a estudiar en un colegio, que fue su primera fundación. Esos fueron los comienzos de una congregación que iba asomando, como un sueño envuelto por el manto de la Santísima Virgen María, que contenía a hombres y mujeres de distintas nacionalidades en una gran obra: la Obra de la Divina Providencia. De gran corazón, Don Orione se dedicó a socorrer a los más necesitados, ya sea aquellos que fueron víctimas de los terremotos que asolaron Italia a comienzos del siglo veinte, como así también a los abandonados de la sociedad de aquella época. Este mismo espíritu lo trajo a Brasil y particularmente a Argentina, donde en dos oportunidades (1921 y 1934) acercó su presencia misionera y solidaria para hacer crecer en Claypole y en Mar del Plata –como ya lo había hecho en Italia– una “gran familia” que testimonia a Jesucristo a través de obras de misericordia: - Cottolengos y hogares para discapacitados - Centros para niños en riesgo y abandonados - Escuelas - Parroquias y capillas - Misiones. Su entrega total a Dios y a los hombres la llevó hasta el último momento de su vida. Cuando supo que Dios lo llamaba, también allí respondió con prontitud: “Jesús, Jesús, Jesús, voy...”, fueron sus últimas palabras, aquel 12 de marzo de 1940, en San Remo (Italia).

ORACION A DON ORIONE
¡Oh Jesús, que tanto has amado a tu patria
y consagraste el amor de patria
derramando lágrimas de sangre sobre Jerusalén,
mira con siempre mayor benignidad, oh Señor,
a ésta, mi segunda Patria, a este gran pueblo argentino,
que me hospeda; donde el soplo
de la más generosa y cristiana caridad
ha dado vida al "COTTOLENGO ARGENTINO",
que recibe a los pobres más infelices y desamparados
de toda nacionalidad y toda creencia!
¡Cuánta amabilidad,
cuánta inteligente bondad he hallado!
¡Cuánta virtud y cuánto bien he aprendido
de este clero y de este pueblo!
En todos, y entre los ricos, y entre los pobres obreros,
he hallado corazones de príncipes.
Ama, oh Señor, a la Argentina,
porque la Argentina ama a tus pobres.
La fe y la nobleza de corazón de esta nación
son tan grandes, que bien merece
todas las bendiciones del cielo.
Brillen luego para ella días siempre más bellos
de esperanza en la luz de Cristo, luz de la ciencia,
de la libertad y del trabajo,
días llenos de prosperidad y de gloria".

Don Orione de la Divina Providencia.
Buenos Aires, diciembre de 1936