Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


martes, 23 de julio de 2013

ORACION DE SANTA BRIGIDA DE SUECIA

 

Oh Jesús, ahora deseo rezar la oración del Señor siete veces junto con el amor con que Tú santificaste esta oración en Tu Corazón. Tómala de mis labios hasta Tu Sagrado Corazón. Mejórala y complétala para que le brinde tanto honor y felicidad a la Trinidad en la tierra como Tú lo garantizaste con esta oración. Que esta se derrame sobre Tu santa humanidad para la glorificación de Tus dolorosas heridas y la preciosísima Sangre que Tú derramaste de ellas. Amén


 1. LA CIRCUNSICIÓN
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las primeras heridas, los primeros dolores y el primer derrame de Sangre como expiación de los pecados de mi infancia y de toda la humanidad, como protección contra el primer pecado mortal, especialmente entre mis parientes.

 2. LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco el intenso sufrimiento del Corazón de Jesús en el Huerto de los Olivos y cada gota de sudor de Sangre como expiación de mis pecados del corazón y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el Amor Divino y Fraterno.

 3. LA FLAGELACIÓN
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la preciosísima Sangre de la flagelación como expiación de mis pecados de la carne y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y la preservación de la inocencia, especialmente entre mis parientes.

 4. LA CORONACIÓN DE ESPINAS
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la preciosísima Sangre de la sagrada Cabeza de Jesús luego de la coronación de espinas, como expiación de mis pecados del espíritu y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el 
Reino de Cristo aquí en la tierra.

 5. CARGANDO LA CRUZ
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco los sufrimientos en el camino a la Cruz, especialmente la santa herida en Su H
ombro y la preciosísima Sangre como expiación de mi negación de la Cruz y la de toda la humanidad, todas mis protestas contra Tus Planes Divinos y todos los demás pecados de palabra, como protección contra tales pecados y para un verdadero amor a la Cruz.

 6. LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco a Tu Hijo en la Cruz, cuando lo clavaron y lo levantaron, las heridas en Sus Manos y en Sus Pies y los tres hilos de la preciosísima Sangre que derramó allí por nosotros, las extremas torturas del Cuerpo y del Alma, Su muerte preciosa y Su renovación no sangrienta en todas las Santas Misas de la tierra, como expiación de todas las heridas contra los votos y normas dentro de las Órdenes, como reparación de mis pecados y los de todo el mundo, por los enfermos y moribundos, por todos los santos sacerdotes y laicos, por las intenciones del Santo Padre por la restauración de las familias cristianas, para el fortalecimiento de la Fe, por nuestro país y por la unión de todas las naciones en Cristo y Su Iglesia, así como también por la diáspora.

 7. LA LLAGA DEL COSTADO DE JESÚS
 Padre Nuestro, Avemaría, Gloria

 Padre Eterno, acepta como dignas, por las necesidades de la Santa Iglesia y como expiación de los pecados de toda la humanidad, la preciosísima Sangre y el Agua que manó de la herida del Sagrado Corazón de Jesús. Sé Misericordioso para con nosotros. ¡Sangre de Cristo, el último contenido precioso de Su Sagrado Corazón, lávame de todas mis culpas de pecado y las de los demás! ¡Agua del costado de Cristo, lávame totalmente de las penitencias del pecado y extingue las llamas del Purgatorio para mí y para todas las almas del Purgatorio!
 
Amén.


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