invitándonos a la conversión radical de nuestras vidas.
Hoy nos dices: conviértanse y crean el en Evangelio.
Es una consigna de liberación de todo lo que nos degrada.
He aquí la tarea de la cuaresma en camino hacia la pascua.
La ceniza es garantía de resurrección del hombre nuevo.
Queremos despojarnos de la hipocresía que nos corroe:
que sepamos buscarte y agradarte en lo secreto.
Queremos rehacer nuestra opción bautismal
para llegar a la noche de la vigilia pascual
como hombres y mujeres nuevos, renacidos de tu Espíritu.
Amén.
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