Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


domingo, 19 de agosto de 2018

ORACIÓN DE SAN JUAN EUDES

Jesús, único amor mío, el amado de mi alma, el objeto de todos mis amores! ¿Cuándo te amaré perfectamente? Tú que eres mi divino sol, ilumina las tinieblas de mi espíritu, incendia mi helado corazón. Tú que eres la luz de mis ojos, haz que te conozca y que me conozca, para que a ti te ame y a mí me odie. Tú eres mi suave luz: hazme descubrir que todo cuanto hay fuera de ti sólo es humo, engaño y vanidad.

Mi Dios y mi todo: apártame de lo que no seas tú, para unirme enteramente a ti. Mi amado todo: sé tú mi todo, y que lo demás nada signifique para mí. Jesús mío, sé tú Jesús para mí. Tú, vida de mi alma, Rey de mis amores, vive y reina en mí perfectamente. ¡Viva Jesús!, ¡Viva el Rey de mi corazón, viva la vida de mi vida! Que él sea amado y glorificado por todo en todas las cosas.

Te pido, fuego divino e inmenso, fuego devorador, que me consumas íntegramente en tus sagradas llamas. Fuegos, llamas celestiales: caigan sobre mí y transfórmenme en llama de amor a mi Jesús. Tú, Jesús, que eres todo fuego y llama de amor hacia mí, haz que yo sea fuego y llama de amor hacia ti. Tú, Jesús, eres todo mío: que yo sea todo tuyo por siempre. Tú eres el Dios de mi corazón, mi único tesoro: sólo a ti deseo en el cielo y en la tierra. Tú eres el único necesario, a quien busco y deseo, mi Jesús y mi todo: fuera de él todo es nada. Ven, Señor Jesús, ven a mi corazón para que allí te ames tú mismo en forma perfecta. ¿Cuándo será, Jesús, que nada en mí sea contrario a tu santo amor?

Madre de Jesús, muestra que de verdad lo eres: fórmalo y hazlo vivir en mí.

Madre de amor, ama a tu Hijo por mí.

Jesús, date a ti mismo, centuplicado, el amor que yo hubiera debido darte en toda mi vida y que debían darte todas las criaturas.

Te ofrezco, Jesús, todo el amor del cielo y de la tierra. Te doy mi corazón para que lo colmes de tu santo amor.

Que todos mis pasos den homenaje a tu caminar sobre la tierra. Te consagro mis pensamientos para honrar los tuyos, mis palabras para honrar tus santas palabras. Que todas mis acciones glorifiquen las tuyas divinas.

Tú eres mi gloria: haz que me inmole eternamente a tu gloria.
Tú eres mi todo: renuncio a todo lo que no eres tú y me entrego a ti para siempre.
Amén

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