Corazón de Jesús, que favoreciste al misionero san Justino de Jacobis
tiende una mirada hacia todos aquellos que no te conocen y
hacia los trabajos de los misioneros, quienes, por tu amor,
han abandonado su casa, su patria y sus cariños más íntimos.
Bendice sus trabajos y concédeles la gracia de repartir el pan
de la divina Palabra entre los mendigos de la Verdad.
Hazles sentir que Tú estás con ellos en sus trabajos y preocupaciones
y dales la gracia de perseverar hasta el fin en la vida de abnegación
para la que los has escogido: Sagrado Corazón de Jesús, por amor
de tu misma gloria, protege los esfuerzos de tus Misioneros.
Amén.