Señor, Dios nuestro, Cristo, tu unigénito, confió,
antes que a nadie, a María Magdalena la misión
de anunciar a los suyos la alegría pascual;
concédenos a nosotros, por la intercesión y
el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos,
anunciar siempre a Cristo resucitado y verle
un día glorioso en el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén
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