y pueblos guaraníes
¡qué dulce nos sonríes,
divina aparición!
de férvida alabanza
con vuelos de esperanza
nacido en la oración.
que de su amor en prenda
dedícante la ofrenda
más grata a su humildad.
Tus siervos te saludan
del orbe soberana,
lucero en la mañana,
luna en la oscuridad.
y en nuestros corazones,
queremos tus blasones
sin mancha hoy acrecer
al coronar tu imagen
con la imperial diadema
que es en la tierra emblema
de gloria y de poder.
de antigua fe sencilla,
protege al que se humilla
delante del altar;
sé blanda a nuestras preces,
enjuga nuestro llanto,
y da a besar el manto
a quien te sabe amar.
que acampa entre jaguares,
en su infortunio ampares
Oh Virgen de Itatí
y bendecida seas
por siempre lirio y palma,
mientras contrita el alma
del mundo sube a ti.
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