Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


miércoles, 24 de diciembre de 2014

ORACIÓN DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

 
A Ti Señora del Silencio y de la Espera Serena.
A Ti María que siempre estuviste dispuesta a decir Sí
a la voluntad de Dios; te pedimos que no dejes de
interceder en favor de tus hijos para que cumplan
fielmente la misión que les fue confiada en el Reino.
A Tí Virgen Madre, que concebiste primero en tu
corazón y luego en tu seno virginal a Jesús, haz que
nuestras almas se llenen de la Gracia del Espíritu Santo,
como tu vida se llenó de su Gracia.
Preséntanos a Jesús, así como lo presentaste a los
pastores y a los reyes, enséñanos el camino hacia Él,
ayúdanos a contemplar el gran misterio de su Amor.
María Madre Misericordiosa. ruega por nosotros a
nuestro Señor Jesucristo.
¡Oh Jesús! Ven a vivir en tus siervos, en el espíritu
de tu Santidad, en la plenitud de tu Poder, en la Verdad
de tus virtudes, en la perfección de tus Caminos, vence
al enemigo con el poder de tu Espíritu para gloria del Padre.
Jesús, hijo de María, tómame como hijo tuyo.
Jesús príncipe de paz, dame tu paz.
Jesús, mi Redentor, sálvame.
Jesús. mi único Juez. perdóname.
Jesús, pan viviente del cielo, sé mi comida eterna.
Concédeme que en toda necesidad llegue a Ti con confianza
y humildad diciendo: ¡Ayúdame! Cuando me sienta solo y
cansado, cuando fracasen mis planes y esperanzas, cuando
me sienta impaciente y me resulte difícil llevar mi cruz;
cuando esté enfermo y mi cabeza y manos no puedan trabajar.
En todas mis dudas y tentaciones te suplico que tu Gracia me
pueda asistir en cada momento y siempre: a pesar de mis
debilidades y faltas de toda clase, Jesús ayúdame y no me
abandones nunca.
Dios, Padre Nuestro que contemplas la Natividad del Señor,
concede que la humildad de los pastores, la perseverancia de
los reyes, la alegría de los ángeles, la fidelidad de María y
la Paz del Niño Jesús, sean tu bendición para nosotros,
hoy y siempre.
Amén.




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