“Oh Jesús, cuando eras peregrino en la tierra dijiste: “Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaran el descanso de vuestras almas.” (Mt 11,29) Sí, poderoso Monarca de los cielos, mi alma halla el descanso al ver cómo te abajas, vistiendo forma y naturaleza de esclavo, hasta lavar los pies de tus apóstoles. Entonces me acuerdo de estas palabras que pronunciaste para enseñarme a practicar la humildad: “Ejemplo les he dado, para que lo que yo he hecho lo hagan también ustedes. No es mayor el discípulo que el Maestro...Si comprenden estas cosas, serán felices practicándolas.” Comprendo, Señor, estas palabras, salidas de tu corazón manso y humilde, y con la ayuda de tu gracia quiero practicarlas..."
Santa Teresita del Niño Jesús
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