ORACION AL SILENCIO DE LA PASION DE CRISTO
Hay, Señor, en tu adorable Pasión,
una palabra que sin vibrar en mis oídos, llega a lo más profundo de mis
entrañas, que me conmueve, admira y enternece y habla como ninguna... No es la
palabra de los discípulos que te niegan, ni la de los jueces que te escarnecen,
ni la de los sayones que te insultan, ni la de la plebe que te blasfema, ni
siquiera la de las piadosas mujeres que te compadecen...
Es la palabra que Tú no has
pronunciado, la de tu silencio, severo, grave, solemne, no interrumpido ni para
quejarte, disculparte, justificarte, ni menos para recriminar, volver por tu
honra y la de los tuyos, reivindicar tu vida, hundir en los abismos de la nada a
tus acusadores...
¡Silencio largo, adorable, misterios
de la Pasión de Cristo!
¡Cuánto confundes mi afán de justificarme, disculparme,
razonar, volver por los fueros de mi orgullo, egoísmo y amor propio!
¿Cuándo,
Señor, cuándo aprenderé tu silencio, y cuándo sabré que Tú, y sólo Tú eres el
que justificas, condenas y que el juicio y estima de los hombres nada valen si
Tú no los sancionas?
¿Cuándo, Jesús mío, aprenderé a
callar, a hablar poco con los hombres y a hablar mucho contigo?
¿Cuándo imitare tu silencio,
humilde, paciente, adorable?
Jesús autem tacebat.
¡Oh Jesús callado, dame la santa
virtud de tu silencio!
Fuente: www.devocionario.com
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