Oh Señor, Tú que
nos diste a la beata Maria Ana,
modelo de entrega y de amor a los más necesitados,
Tú le enseñaste a
servir a Cristo en los hermanos;
concédenos por su intercesión participar íntimamente
de los misterios que celebramos y escuchar la voz de
tu Espíritu que nos invita a la conversión y al servicio
fiel de nuestro prójimo que sufre y
nos necesita.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén
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