Desde su aparición en 1830, a santa Catalina Labouré, la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, le encarga hacer acuñar una medalla que, en poco tiempo, se difunde entre miles, luego millones de creyentes como la "Medalla Milagrosa". Las gracias que reciben quienes las piden con confianza (fe) y son portadores de la Santa Medalla, ha hecho que su devoción trascienda las fronteras y los milagros se multipliquen por doquier... ¡Gracias Madre Milagrosa!
viernes, 8 de abril de 2011
SANTA TERESITA Y MARIA INMACULADA
"Para que una hija
pueda a su madre querer,
es necesario que ésta
sepa llorar con ella,
que con ella comparta
sus penas y dolores.
¡Oh dulce Reina mía!,
cuántas y amargas lágrimas
lloraste en el destierro para ganar mi corazón,
¡Oh Reina!
Meditando tu vida
tal como describe el Evangelio,
yo me atrevo a mirarte
y hasta a acercarme a ti.
No me cuesta creer que soy tu hija,
cuando veo que mueres,
cuando veo que sufres como yo".
Santa Teresita del Niño Jesús (1873-1897)
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