Nuestro hermano, san Alberico mártir,
mantuvo su adhesión a Jesucristo
de manera tan radical y plena
que le permitiste derramar su sangre por Él.
Danos la gracia y la alegría de la conversión
para asumir las exigencias de la fe;
ayúdanos, por su intercesión,
y por la de María, Reina de los mártires,
a ser siempre artífices de reconciliación
entre los miembros de tu Iglesia en España;
enséñanos a comprometernos, con nuestros pastores,
en la nueva evangelización haciendo de nuestras vidas
testimonios eficaces del amor a Ti y a los hermanos.
Te lo pedimos por Jesucristo, el Testigo fiel y veraz,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario