¡Oh Jesús que aceptaste el ofrecimiento que de su vidas te hizo
tu fiel beato Juan Miguel Langevin y compañeros, realizando los
valientes deseos de derramar su sangre por el triunfo de tu Reino!
Por la gloria que te dieron proclamando tu realeza y perdonando
a sus enemigos, haz que todos los corazones se sometan al dulce
imperio de tu amor y que entre los hombres y en los pueblos
brillen siempre los dones de la reconciliación y de la paz.
Concédenos la canonización del beato y su ardor en el
cumplimiento de tu Santa Voluntad y ayúdanos con las
gracias especiales que ahora por su intercesión te pedimos.
Amén.
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