Tú, Señor, que nos has dado un modelo de perfección
evangélica en la vida ejemplar de San Leonardo de Noblac,
concédenos, en medio de los acontecimientos de este mundo,
que sepamos adherirnos, con todo nuestro corazón,
a los bienes de tu reino eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén
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