Oh Dios! que por la predicación de san Saturnino,
mártir, nos has llamado a la admirable luz del Evangelio
desde las tinieblas de la incredulidad y el pecado.
Haz que por su intercesión, crezcamos en la gracia y
en el conocimiento de la fe en Cristo, tu Hijo.
¡Consérvanos, por tu poder, santificados en la verdad,
perfectos en la unidad, para poder alcanzar un día
la gloria eterna de Cristo Señor nuestro.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario