¡Oh, Jesús! Dime en qué consistía tu pobreza,
qué buscabas con tanta diligencia en Nazaret...
Concédeme la gracia de abrazar con toda mi alma
la pobreza que tu amor tenga a bien enviarme.
«¡Rezaré por todas en el cielo!»,
había prometido a sus hermanas.
Pidámosle que nos guíe por el camino
de la infancia espiritual hasta el Paraíso,
"el Reino de los Pequeños"; allí nos espera
con la multitud de los santos y beatos.
A ella le rezamos, así como a San José,
y por nuestros seres queridos, vivos y difuntos.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario