¡Oh amabilísima Señora de Lourdes,
Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y dolor acudimos,
a Ti en estas horas amargas de la enfermedad,
para pedirte que derrames a manos llenas
las gracias de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados, pero
acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno
Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y dolor acudimos,
a Ti en estas horas amargas de la enfermedad,
para pedirte que derrames a manos llenas
las gracias de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados, pero
acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno
de los que han acudido a Ti haya sido abandonado.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables
en la Gruta de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor,
guarda una mirada de bendición para este pobre enfermo…
guarda una mirada de bendición para este pobre enfermo…
(dígase el nombre del enfermo/a).
Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud,
en cuerpo y alma, si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud,
en cuerpo y alma, si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados,
paciencia y resignación en los sufrimientos, y
sobre todo, un amor grande y eterno a nuestro Dios.
Por Jesucristo nuestro Señor, tu Hijo que vive y reina.
Amén.
paciencia y resignación en los sufrimientos, y
sobre todo, un amor grande y eterno a nuestro Dios.
Por Jesucristo nuestro Señor, tu Hijo que vive y reina.
Amén.
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