viernes, 24 de mayo de 2013

ORACION A MARÍA AUXILIADORA

 
 
Enséñame, ¡Oh María Auxiliadora!,
a ser bueno en todos los momentos de mi vida;
en los desengaños, en el descuido de los otros,
en la falta de sinceridad de aquellos en quienes creí,
en la deslealtad de aquellos en quienes confié...
Ayúdame a olvidarme de mí mismo,
 para pensar en la felicidad de otros;
a ocultar mis pequeños sufrimientos
para que sea yo el único que los padezca.
Enséñame a sacar provecho de las pruebas,
a usarlas de tal modo que me suavicen,
que no me endurezcan ni me amarguen;
que me hagan paciente y no irritable;
que me hagan amplio en mi clemencia
y no estrecho ni despótico.
Que nadie sea menos bueno, menos sincero,
menos amable, menos noble, menos santo
por haber sido mi compañía de viaje
en el camino hacia la vida eterna.
Amén.
 
 

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