jueves, 31 de enero de 2013

ORACION A SAN JUAN BOSCO

¡Oh San Juan Bosco, padre de la juventud!
Tú que supiste durante tu vida mortal, educar a los niños y a los jóvenes, 
el santo amor de un padre y la ternura de una madre, 
te ruego tomes bajo tu protección a mis hijos. 
Enséñales a cumplir sus deberes, hazlos dóciles y obedientes 
para que sean consuelo de sus padres.
¡Oh Don Bosco: a tí­ acudo con el corazón lleno de mil inquietudes, 
tú sabes qué difí­cil es hoy educar moralmente a los jóvenes 
y qué tremenda es la responsabilidad de los padres. 
Ven pues, en mi auxilio; ayúdame a salvar a mis hijos; lí­bralos de todo mal, 
no los abandones para que puedan alcanzar la salvación. 
Amén.

lunes, 28 de enero de 2013

ORACION DE SANTO TOMAS DE AQUINO

Oh bienaventurada y dulcísima Virgen María, Madre de Dios, toda llena de misericordia, hija del Rey supremo, Señora de los Angeles, Madre de todos los creyentes: hoy y todos los días de mi vida, deposito en el seno de tu misericordia mi cuerpo y mi alma, todas mis acciones, pensamientos, intenciones, deseos, palabras, obras; en una palabra, mi vida entera y el fin de mi vida; para que por tu intercesión todo vaya enderezado a mi bien, según la voluntad de tu amado Hijo y Señor nuestro Jesucristo, y tú seas para mi, oh Santísima Señora mía, consuelo y ayuda contra las asechanzas y lazos del dragón y de todos mis enemigos.
Dígnate alcanzarme de tu amable Hijo y Señor nuestro Jesucristo, gracias para resistir con vigor a las tentaciones del mundo, demonio y carne, y mantener el firme propósito de nunca más pecar, y de perseverar constante en tu servicio y en el de tu Hijo. También te ruego, oh Santísima Señora mía, que me alcances verdadera obediencia y verdadera humildad de corazón, para que me reconozca sinceramente por miserable y frágil pecador, impotente no sólo para practicar una obra buena, sino aun para rechazar los continuos ataques del enemigo, sin la gracia y auxilio de mi Creador y sin el socorro de tus santas preces. Consígueme también, oh dulcísima Señora mía, castidad perpetua de alma y cuerpo, para que con puro corazón y cuerpo casto, pueda servirte a ti y a tu Hijo en tu Religión. Concédeme pobreza voluntaria, unida a la paciencia y tranquilidad de espíritu para sobrellevar los trabajos de mi Religión y ocuparme en la salvación propia y de mis prójimos. Alcánzame, oh dulcísima Señora, caridad verdadera con la cual ame de todo corazón a tu Hijo Sacratísimo y Señor nuestro Jesucristo, y después de él a ti sobre todas las cosas, y al prójimo en Dios y para Dios: para que así me alegre con su bien y me contriste con su mal, a ninguno desprecie ni juzgue temerariamente, ni me anteponga a nadie en mi estima propia. Haz, oh Reina del cielo, que junte en mi corazón el temor y el amor de tu Hijo dulcísimo, que le dé continuas gracias por los grandes beneficios que me ha concedido no por mis méritos, sino movido por su propia voluntad, y que haga pura y sincera confesión y verdadera penitencia por mis pecados, hasta alcanzar perdón y misericordia.
Finalmente te ruego que en el último momento de mi vida, tú, única madre mía, puerta del cielo y abogada de los pecadores, no consientas que yo, indigno siervo tuyo, me desvíe de la santa fe católica, antes usando de tu gran piedad y misericordia me socorras y me defiendas de los malos espíritus, para que, lleno de esperanza en la bendita y gloriosa pasión de tu Hijo y en el valimiento de tu intercesión, consiga de él por tu medio el perdón de mis pecados, y al morir en tu amor y en el amor de tu Hijo, me encamines por el sendero de la salvación y salud eterna. Amén

viernes, 25 de enero de 2013

ORACION A LA CONVERSION DE SAN PABLO

Glorioso apóstol San Pablo, vaso escogido del Señor
para llevar su santo nombre por toda la tierra;
 por tu celo apostólico y por tu abrasada caridad
con que sentías los trabajos de tus prójimos como
si fueran tuyos propios; por la inalterable paciencia
con que sufriste persecuciones, cárceles, azotes,
cadenas, tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte;
por aquel celo que te estimulaba a trabajar día y noche
en beneficio de las almas y, sobre todo, por aquella
prontitud con que a la primera voz de Cristo en el
camino de Damasco te rendiste enteramente a la gracia,
te ruego, por todos los apóstoles de hoy, y que me consigas
del Señor que imite tus ejemplos oyendo prontamente
la voz de sus inspiraciones y peleando contra mis pasiones
sin apego ninguno a las cosas temporales y con aprecio
de las eternas, para gloria de Dios Padre, que con el Hijo
y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos.
Amén.


jueves, 24 de enero de 2013

ORACION A NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ

Señora y Madre nuestra, Virgen Santa María,
Reina de la Paz, Patrona de nuestra Iglesia Parroquial.
Venimos hasta Ti para rogarte por la paz:
La Paz que el mundo busca sin encontrar.
La Paz que tu hijo Jesucristo vino a traernos.
La Paz cuya única fuente verdadera es Cristo Jesús.
Te rogamos que intercedas por nosotros
    para que nos abramos a la Paz que viene de Dios.
La Paz que es fruto de la Justicia; que tiene como alma
   el amor a Dios y al prójimo.
La Paz que exige que el hombre renuncie
   a la envidia y a la ambición, al orgullo y al egoísmo.
Acudimos a Ti para que esa Paz, que Dios nos ofrece,
   la recibamos, la conservemos y la llevemos al mundo.
Ayúdanos para que seamos artífices de la Paz.
Que tu maternal auxilio nos haga valientes, pacientes y   
   eficaces para comprometernos a trabajar por la 
   justicia, fundamento de la paz que todos necesitamos.
Amén.

ORACION A SAN FRANCISCO DE SALES

Te pedimos Padre misericordioso,
nos conceda poder participar del
don de la oración que le diste a
tu hijo San Francisco de Sales,
la cuál como agua de bendición,
que mediante su riego, hace reverdecer
y florecer las plantas de nuestros
buenos deseos, limpia muestras almas
de sus imperfecciones y apaga en
nuestros corazones la sed
de las malas pasiones.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén


martes, 22 de enero de 2013

lunes, 21 de enero de 2013

ORACION A SANTA INES, PATRONA DE LAS HIJAS DE MARIA

 
¡Oh dulce Santa Inés!, yo sinceramente imploro
tu misericordia y me encomiendo a tus oraciones.
¡Oh noble virgen!, que despreciaste todas las
cosas de la tierra y preferiste el amor de Cristo
a la gloria del mundo. La diste la bienvenida
a la muerte, mientras los santos ángeles
estaban esperando tu alma para otorgarte
los placeres del Paraíso, donde, adornada
con la palma del martirio, llegaste a las bodas
de tu Esposo celestial. Yo también le busco;
dignate interceder por mí para que El me
conceda la salud de la mente y del cuerpo,
refrenar las tentaciones del demonio, extinguir
los deseos de la carne, darme tiempo para
el verdadero arrepentimiento y enmendar mi vida,
concederme el perdón de todos mis pecados,
junto con las gracias para alcanzar un buen fin 
y una muerte feliz.
Amén.
 
Autor: Tomás de Kempis


domingo, 13 de enero de 2013

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR


Te bendecimos, Padre, por tu Hijo Jesús, el amado, el predilecto,
en quien has puesto tus complacencias de Creador
y sobre el que derramaste tu Espíritu en plenitud.
Recordamos con emoción cómo Jesús, a través de toda su vida,
actuó siempre como Hijo tuyo y se identificó contigo.
Respetó a toda criatura, no pisó, ni tiró al suelo la caña quebrada.
Del árbol caído no hizo leña. La llama vacilante no la apagó.
Vino a ayudar a los más débiles y a defenderlos contra las injusticias.
Infundió una fuerza nueva a los pobres y humillados.
Por eso los poderosos se alarmaron
y se pusieron en movimiento contra El, hasta destruirlo.
Padre Dios, ante nuestros ojos está la vida de tu amado Hijo,
su bautismo en el Jordán confundido entre los pecadores,
su bautismo de sangre en la Cruz,
el triunfo de su resurrección y glorificación junto a Ti.

Amén

Fuente: Rafael Calvo B.

domingo, 6 de enero de 2013

ORACION DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR


Señor Jesús:
que a imitación de los Magos de Oriente
vayamos también nosotros frecuentemente a adorarte
en tu Casa que es el Templo y no vayamos jamás
con las manos vacías. Que te llevemos el oro de
nuestras ofrendas, el incienso de nuestra oración
fervorosa, y la mirra de los sacrificios que hacemos
para permanecer fieles a Ti, y que te encontremos
siempre junto a tu Madre Santísima María,
a quien queremos honrar y venerar siempre como
Madre Tuya y Madre nuestra.
Amén.

jueves, 3 de enero de 2013

ORACION DE SANACION INVOCANDO EL SANTISIMO NOMBRE DE JESUS

Padre Santo, en el Nombre Santísimo de Jesucristo y con la intercesión de la Santísima Virgen María, de los santos ángeles, de los santos, del patrono San José te presentamos a los enfermos en el alma, en la mente, en el cuerpo y en el espíritu y te pedimos para todos ellos y también para nosotros que nos sanes. Todo lo pedimos de acuerdo a tu Santa Voluntad Padre Santo, en el Nombre de Jesús, por los meritos de su Divina Infancia, por su Sangre Preciosa, por sus Santas Llagas, por su Resurrección que todo sea para tu gloria. Creemos en tu poder y te pedimos, oh buen Jesús que la fuerza del Espíritu Santo sea liberada ahora y que todos seamos curados.

En el Santísimo Nombre de Jesús y con la intercesión de María, Virgen Milagrosa, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, te pedimos Padre Santo que nos sanes de toda herida profunda en nuestros corazones, de todo resentimiento y rechazo, de toda carencia de amor, de depresión y de soledad, sánanos de toda carencia afectiva. Sánanos de toda frustración, fracaso, complejo y trauma, de odios, de divisiones, de envidia, de hipocresía, de ira, rabia, (pedido especialmente de...). Llena Señor en nosotros cualquier vacío que pudiera existir con tu presencia santa y danos tu llenura. Danos tu libertad y tu amor. Danos tu Paz.

En el Santísimo Nombre de Jesús y con la intercesión de nuestra Madre Celestial María, Madre de la Iglesia, de los santos ángeles y santos del cielo, te pedimos Padre Santo que nos sanes de cualquier vicio que pudiéramos tener (pedido especialmente de...), sánanos de todo miedo, temor, nerviosismo, angustia, ansiedad, e inseguridad, del orgullo y de toda soberbia. Sánanos de depresión, psicosis, obsesiones, de toda inestabilidad emocional y mental, decepción, desengaño, amargura, de rebeldía, de toda idolatría y superstición, de toda enfermedad mental, y de cualquier falta de perdón.

En el Santísimo Nombre de Jesús y con la intercesión de la Santísima Virgen María, Rosa Mística, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, Padre Santo te pedimos que nos liberes de toda atadura genética de cosa proveniente de nuestros antepasados. En el nombre de Jesucristo te pedimos que cortes Padre Santo en este momento cualquier atadura de pecado transmitida por nuestros antepasados, así como cualquier maldición heredada.

En el Santísimo Nombre de Jesús y con la intercesión de la Santísima Virgen María, Señora de Lourdes y Fátima, de los santos ángeles, de los santos y benditas animas del purgatorio, te pedimos Padre Santo que nos sanes físicamente de toda enfermedad conocida o desconocida, de toda enfermedad curable o incurable. Sánanos especialmente de cáncer, de toda enfermedad glandular, de obesidad, anorexia, asma, artritis, artrosis, hígado, páncreas, vesícula, vaso, enfermedades circulatorias, de la sangre, de la presión arterial, de enfermedades en la piel, de alergias, de enfermedades respiratorias, de enfermedades estomacales, de nervios, de ansiedad, de stress, de anemia, de sida, (especialmente de...).

Gracias Padre Santo por escuchar nuestras plegarias, sabemos que Tú estas actuando con tu poder y que todo lo puedes. Señor en ti confiamos y en ti esperamos. Te damos gracias por todo lo que has hecho, por lo que estas haciendo y por lo que seguirás haciendo en nuestras vidas.

Amén.

martes, 1 de enero de 2013

ORACION A SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

  
 
Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño,
puro y cristalino como una fuente.
Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas;
un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión;
un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien
ni guarde rencor por ningún mal.
Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno,
gozoso al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo;
un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre,
que con ninguna indiferencia se canse; un corazón atormentado
por la gloria de Jesucristo.
Amen.