Te pedimos Padre misericordioso,
nos conceda poder
participar del
don de la oración que le diste a
tu hijo San Francisco de Sales,
la cuál
como agua de bendición,
que mediante su riego, hace reverdecer
y florecer las
plantas de nuestros
buenos deseos, limpia muestras almas
de sus imperfecciones y
apaga en
nuestros corazones la sed
de las malas pasiones.
Por Jesucristo nuestro
Señor.
Amén
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