domingo, 8 de enero de 2012

EL BAUTISMO DEL SEÑOR



Con la fiesta del bautismo del Señor concluye el tiempo navideño y se nos brinda la oportunidad de ir, como peregrinos en espíritu, a las orillas del Jordán, para participar en un acontecimiento misterioso: el bautismo de Jesús por parte de Juan Bautista.
Dice la narración evangélica: ." Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección". (Mc 1, 7-11).
En la proposición el Padre no "presenta" a su Hijo (“Éste es mi Hijo amado”), sino que se dirige a Él (“Tú eres mi Hijo...”): significa que Cristo nos representa a todos, y que desde ese momento pasamos a ser hijos amados, complacencia del Padre...
Cuando somos bautizados, esta vocación eterna se verifica efectivamente, verdaderamente: somos una nueva creación. Por lo tanto, nuestra dignidad, nuestra gloria, y nuestro compromiso pasa por vivir cada día nuestro bautismo...

ORACION DEL BEATO JUAN PABLO II (AÑO JUBILAR)

...Del río bendecido con tu presencia
has partido para bautizar no sólo con el agua
sino con fuego y Espíritu Santo.
¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor!

Por tu poder la Iglesia es bautizada,
descendiendo con Cristo en la muerte
y resurgiendo junto a él a una nueva vida.

Por tu poder, nos vemos liberados del pecado
para convertirnos en hijos de Dios,
el glorioso cuerpo de Cristo.

Por tu poder, todo temor es vencido,
y es predicado el Evangelio del amor
en cada rincón de la tierra,
para la gloria de Dios,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
a Él todo honor en este Año Jubilar
y en todos los siglos por venir.
Amén.








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