Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


jueves, 15 de agosto de 2013

ORACION A LA ASUNCION DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

 
 
Alégrate y gózate Hija de Jerusalén
mira a tu Rey que viene a ti, humilde,
a darte tu parte en su victoria.
    Eres la primera de los redimidos
porque fuiste la adelantada de la fe.
    Hoy, tu Hijo, te viene a buscar,
Virgen y Madre:
“Ven amada mía”,
te pondré sobre mi trono,
prendado está el Rey de tu belleza.
Te quiero junto a Mí para
consumar mi obra salvadora,
ya tienes preparada tu “casa” donde
voy a celebrar las Bodas del Cordero:
Templo del Espíritu Santo,
Arca de la nueva alianza,
Horno de barro, con pan de mil sabores.
    Mujer vestida de sol, Tú das a luz al Salvador
que empuja hacia el nuevo nacimiento.
    Dichosa Tú que has creído, porque lo que se te ha dicho
de parte del Señor, en ti ya se ha cumplido.
    María Asunta, signo de esperanza y de consuelo,
de humanidad nueva y redimida, danos de tu Hijo
ser como Tú, llenas del Espíritu Santo,
para ser fieles a la Palabra que nos llama a ser,
también como Tú, sacramentos del Reino.
    Hoy, tu sí, María, tu fiat, se encuentra con el sí de Dios
a su criatura en la realización de su alianza,
en el abrazo de un solo sí.
Amén.
 
Proclamamos:
¡Oh María sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a Vos!
 


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