"La Santísima Virgen es Dispensadora universal de todas las gracias, tanto por su divina Maternidad: que las obtiene de su Hijo, como por su Maternidad espiritual: que las distribuye entre sus otros hijos, los hombres. Esto lo hace subordinada a Cristo, pero de manera inmediata. Y ello por una específica y singular determinación de la voluntad de Dios, que ha querido otorgar a María esta doble función: ser Corredentora y Dispensadora, con alcance universal y para siempre".
(Pío X, Encíclica "Ad diem illum laetissimum" 4 de febrero de 1904).
ORACION
Señor, por el misterioso designio de tu amor,
has querido que la Virgen María fuese la Madre
del autor de la gracia y estuviese asociada a El
en el misterio de la redención humana;
que ella nos alcance con profusión tus dones
y nos conduzca hasta el puerto de la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén.
JACULATORIA
Oh María sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a vos.
(repetir tres veces)
"Los rayos de luz son el símbolo de las gracias que obtengo para quienes me las piden con confianza...les serán concedidas"
(Aparición de la Virgen de la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré en 1830)
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