sábado, 15 de julio de 2017

ORACIÓN DE SAN BUENAVENTURA

Traspasa, dulcísimo Jesús y Señor mío, los senos más escondidos 
de mi alma con el suavísimo y saludabilísimo dardo de tu amor y 
de una verdadera y pura caridad, tal como la que llenaba el corazón 
de los Santos Apóstoles, a fin de que desfallezca y se derrita sólo 
en amor tuyo y en deseo de poseerte.
Que ansíe por Ti, que desfallezca en tus atrios, y que no aspire más 
que a verse libre para unirse contigo. Haz que mi alma tenga hambre 
de Ti, oh Pan de los Ángeles, alimento de almas santas, pan nuestro 
cotidiano, lleno de fortaleza, de dulzura, de suavidad, que a cuantos 
con él se nutren hace sentir las delicias de su sabor.
¡Oh Jesús a quien los Ángeles desean siempre contemplar, haz que mi 
corazón sin cesar tenga hambre de Ti, se alimente de Ti, y lo más 
profundo de mi alma sea regalado con la dulzura de tus delicias. 
Que mi corazón tenga siempre sed de Ti, oh fuente de vida, 
manantial de sabiduría y de ciencia, río de luz eterna, torrente de 
delicias, abundancia de la casa de Dios.
Que no ambicione otra cosa sino poseerte, que te busque y te 

encuentre, que a Ti me dirija y a Ti llegue, en Ti piense, de Ti hable y

todo lo haga en loor y gloria de tu nombre, con humildad y discreción, 

con amor y deleite, con facilidad y afecto, con perseverancia 

hasta el fin; y que Tú sólo seas siempre mi esperanza, 

toda mi confianza, mis riquezas, mi deleite, mi contento, mi gozo,

 mi descanso y mi tranquilidad, mi paz, mi suavidad, mi olor, 

mi dulcedumbre, mi alimento, mi comida, mi refugio, mi auxilio, 

mi sabiduría, mi heredad, mi posesión, mi tesoro, en el cual esté 

siempre fija, firme y hondamente arraigada mi alma y mi corazón.
Amén.

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