Por tu gran amor al Divino Corazón de Jesús, Nuestro Señor
te consolaba antes de la santa Comunión y en los días de
exposición y te enseñaba a llevar la cruz y a comprender
que tus sufrimientos irían aumentando cada vez más,
siguiendo por el camino de la Cruz, unida y clavada con Él.
Te ruego que en mis momentos de dolor, intercedas por mí
ante Dios para obtener la fuerza de la fe, y demos testimonio
del amor a Jesucristo, que murió por nosotros en la Cruz.
Que no queramos escapar de esta gracia que es sufrir y
ofrecernos por los que amamos, por su salvación, por su conversión.
Tú que estás viendo la gloria de Dios, haz en mi vida un milagro
para sanar mi alma y la de los que Dios me dio.
Y todo sea por la mayor Gloria de Dios.
Amén.
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