Señor, Dios nuestro, que otorgaste a tu obispo san Ireneo
la gracia de mantener incólume la doctrina y la paz
de la Iglesia, concédenos, por su intercesión, renovarnos en
fe y caridad trabajando sin descanso por la unidad entre los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén
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