Tú, Señor, que concediste a
Santa Inés de Montepulciano,
el don de imitar con fidelidad
el don de imitar con fidelidad
a Cristo pobre y humilde,
concédenos también a nosotros,
concédenos también a nosotros,
por intercesión de esta santa,
la gracia de que, viviendo fielmente
la gracia de que, viviendo fielmente
nuestra vocación, tendamos hacia
la perfección que nos propones
en la persona de tu Hijo.
Que vive y reina contigo.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
Que vive y reina contigo.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
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