Señor Dios todopoderoso, que concediste a
la Beata María de la Encarnación el don
de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde,
concédenos también a nosotros, por su intercesión
la gracia de que viviendo fielmente nuestra vocación,
tendamos hacia la perfección en la persona de tu Hijo.
Que vive y reina contigo, por los siglos de los siglos.
Amén
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