Oh Dios, enséñanos a encarnar el mensaje
de ser y hacernos don para los demás,
a imitación de la beata Marta Le Bouteiller,
pues en ella descubrimos que, quien va hacia Dios,
no se aleja de los hombres, sino que se hace más cercano.
Todos somos de algún modo apóstoles al servicio de Cristo,
tu Hijo bien amado, y siguiéndolo como la beata Marta,
quiera Dios, podamos algún día alcanzar la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo.
Amén.
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