Beato Vicente
Romano,
tu vida ha sido
ejemplo de
entrega y amor al
prójimo.
Has estado a
entera disposición
de quienes
buscaban consuelo:
de los sanos y de
los enfermos,
de los niños,
jóvenes y adultos,
de los pobres y
de los ricos,
de los bandidos y
los marinos,
en fin, de todos
los hombres
en todo estado y
condición.
Todos te eran
importantes.
A todos querías
entusiasmarlos
por el Reino de
Dios y llevarlos
a cada uno le
querías recordar
su tarea de
apóstol en la fe.
Te pedimos
intercedas por
nuestras
debilidades y seas
un santo ejemplo
a seguir.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén
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