Señor, Padre Santo,
que elegiste a la beata Magdalena
y a sus hermanas en la fe para que,
fortalecidas con la gracia del Espíritu Santo,
llegaran hasta la palma del martirio;
concédenos que te amemos con fidelidad y así,
como ellas, podamos contemplarte en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Amén.
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