Oh Sma. Virgen María, que estuviste
perpetuamente asociada a los siete dolores:
te ruego que me alcances fortaleza para sufrir
por mis pecados, como tú sufres por los nuestros,
a fin de que, crucificando mis tentaciones
y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando
la cruz de mis dolores por el camino de mi vida,
y caminando en pos de mi Señor y persevere
constantemente a tu lado como un hijo amado.
Oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo,
viva siempre y muera contigo, redimido y
santificado por la sangre de nuestro Redentor.
Por Jesucristo, por su Pasión y su Cruz.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario