Oh Dios, que concediste a San Alonso Rodríguez
el don de imitar con fidelidad a tu Hijo Jesucristo,
siendo un humilde y sencillo portero de colegio,
concédenos también a nosotros, por su intercesión,
la gracia que, viviendo fielmente nuestra vocación,
tendamos hacia la perfección que nos propones
en la persona de Nuestro Señor Jesucristo, que
vive y reina contigo, por los siglos de los siglos.
Amén.
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