¡Oh Dios!, que infundiste en el corazón de San Pío X
un profundo sentimiento de caridad y amor
a nuestros semejantes, haz que a imitación suya
aprendamos a ejercerla, no solamente con nuestras limosnas
sino con nuestra total entrega a los necesitados, para
que seamos dignos de gozar de la compañía del Santo Pontífice
en tu Divina Presencia, en la gloría, por los siglos de los siglos.
Amén.
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