jueves, 1 de agosto de 2013

ORACION DE SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO

 
Virgen Santísima Inmaculada y Madre mía María,
a Vos, que eres la Madre de mi Señor, la Reina del mundo,
la abogada, la esperanza, el refugio de los pecadores,
acudo en este día yo, que soy el más miserable de todos.
Te venero, ¡oh gran Reina!, y te doy gracias
por todos los favores que hasta ahora me has hecho,
especialmente por haberme librado del infierno,
que tantas veces he merecido.
Te amo, Señora amabilísima, y por el amor que te tengo
prometo servirte siempre y hacer cuanto pueda
para que también seas amada por los demás.
Pongo en tus manos toda mi esperanza, toda mi salvación;
admíteme por siervo tuyo, y acógeme bajo tu manto,
Vos, ¡oh Madre de misericordia!
Y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de las tentaciones
o bien dame fuerzas para vencerlas hasta la muerte.
Te pido un verdadero amor a Jesucristo.
Espero de Vos tener una buena muerte;
Madre mía, por el amor que tienes a Dios,
 te ruego que siempre me ayudes,
pero más en el último instante de mi vida.
No me dejes hasta que me veas a salvo en el Cielo
para bendecirte y cantar tus misericordias por toda la eternidad.
Así lo espero.
Amén.

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