¡Oh santos apóstoles Pedro y Pablo!
Yo los elijo hoy y para siempre
por mis especiales protectores y abogados;
y me alegro humildemente con Vos,
San Pedro, príncipe de los Apóstoles, porque
eres la piedra sobre la cual edificó Dios su Iglesia;
y con Vos, San Pablo, escogido por Dios para vaso de
elección y predicador de la Verdad en todo el mundo.
Alcáncenme, les suplico, una fe viva, una esperanza firme
y una caridad perfecta; atención en el orar, pureza de corazón,
recta intención en las obras, diligencia en el cumplimiento
de las obligaciones de mi vida, constancia en los propósitos,
resignación a la voluntad de Dios y perseverancia en la divina
gracia hasta la muerte; para que mediante vuestra intercesión
y vuestros méritos gloriosos, pueda vencer
gracia hasta la muerte; para que mediante vuestra intercesión
y vuestros méritos gloriosos, pueda vencer
las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne,
me haga digno de presentarme ante el Supremo
y Eterno Pastor de almas Jesucristo,
me haga digno de presentarme ante el Supremo
y Eterno Pastor de almas Jesucristo,
que con el Padre y el Espíritu Santo, vive y reina por los
siglos de los siglos, para gozarle y amarle eternamente.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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