Oh Dios, creador y amante del ser viviente,
Tú estuviste al lado de Santa Gianna,
cuando se encontró en el dilema
de salvar o la propia vida o aquella de la criatura que,
como don esperado, llevaba en su seno.
Confiando solo en Ti y recordando
tu mandamiento de defensa de la vida,
encontró el coraje de cumplir su deber de madre
y decir “sí” a la nueva vida, sacrificando generosamente la propia,
coronando una vida cristiana ejemplar.
Por intercesión de María, Madre de Jesús
y bajo el ejemplo de Santa Gianna,
dispone a todas las madres para acoger
con amor cada vida que nace
y haznos respetuosos de cada vida por nacer.
Danos la gracia que esperamos...
y la alegría de inspirarnos en Santa Gianna
como modelo de joven, de esposa, de madre
y de médica que, bajo el ejemplo de Jesús,
se sacrificó a sí misma por la vida del prójimo.
Amén.
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