Desde su aparición en 1830, a santa Catalina Labouré, la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, le encarga hacer acuñar una medalla que, en poco tiempo, se difunde entre miles, luego millones de creyentes como la "Medalla Milagrosa". Las gracias que reciben quienes las piden con confianza (fe) y son portadores de la Santa Medalla, ha hecho que su devoción trascienda las fronteras y los milagros se multipliquen por doquier... ¡Gracias Madre Milagrosa!
martes, 1 de mayo de 2012
SAN JOSE OBRERO
Padre José,
tanto nos dice tu silencio...
Nos habla del hombre justo
que día a día se ganaba la vida
con sus manos callosas,
que cada día honraba la vida
con su ejemplo de castidad,
y un alma luminosa de bondad.
Nos habla del hombre de fe profunda
que pudo enfrentar sus miedos y angustias
porque había un gobernante prepotente,
que en su cruel ambición de poder
fue capaz de masacrar niños
con tal de aniquilar al Dios
que te habían confiado como Hijo.
Y supiste del desgarro del exilio
de ganar el pan con tus manos,
trabajando en lo que fuera,
para que nada le faltara a María Virgen,
ni al Hijo pequeño que era el Pan de Vida.
Padre José hoy te pido que intercedas
por todos los trabajadores
que buscan dignidad y sustento,
por los que tienen y los que no tienen empleo,
por los que son humillados
con salarios de miseria,
y se los considera sólo
una cuestión de dinero,
una variable de ajuste...
Padre José tú fuiste un carpintero,
y el Hijo que te fue confiado,
Jesús, hermano y Señor nuestro
seguramente aprendió tu oficio.
Ayudanos a tallar nuestros corazones,
y que podamos bajo tu protección
hacernos fuertes y dignos
trabajadores de la mies del Señor,
anticipando el Reino
del Dios a quien llamaste Hijo.
San José Obrero, padre,
ruega por todos nosotros.
Amén
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