El 16 de abril de 1879, Bernardita Soubirous exclamó emocionada:
"Yo vi la Virgen. Sí, la vi, la vi... ¡Qué hermosa era! " Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada:
"Ruega Señora por esta pobre pecadora", y apretando el crucifijo sobre su corazón murió. Tenía apenas 35 años...Así se cumplió la noticia que le había dado la Madre de Dios:
"No te haré feliz en esta vida, pero sí en la otra".
A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella, empezó a interceder ante Nuestra Señora de Lourdes y a conseguir muchos milagros de Dios especialmente en favor de los enfermos.
Su cuerpo incorrupto, está expuesto en una urna-relicario en la
Capilla del Convento San Gildard de Nevers, Francia.
El 8 de diciembre de 1933, el Papa Pío XI la declaró Santa.
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