Desde su aparición en 1830, a santa Catalina Labouré, la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, le encarga hacer acuñar una medalla que, en poco tiempo, se difunde entre miles, luego millones de creyentes como la "Medalla Milagrosa". Las gracias que reciben quienes las piden con confianza (fe) y son portadores de la Santa Medalla, ha hecho que su devoción trascienda las fronteras y los milagros se multipliquen por doquier... ¡Gracias Madre Milagrosa!
martes, 3 de abril de 2012
MARTES SANTO: JESUS SUFRE EL DOLOR DE LA TRAICION
Analicemos con la Lectio Divina la profundidad del Evangelio según San Juan 13,21-33.36-38:
1. Profundidad en la psicología de Jesús:
"Después de decir esto, Jesús se estremeció y manifestó claramente: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".
El Maestro está profundamente conmovido por la magnitud de la revelación que va a hacer: un discípulo va a traicionar al Maestro con el que ha compartido su vida, dones, predicación...
¡Quien mucho ama, mucho sufre con la ingratitud del amado!
2. Profundidad en la sorpresa de los discípulos:
"Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería. Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús. Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: "Pregúntale a quién se refiere". El se reclinó sobre Jesús y le preguntó: "Señor, ¿quién es?".
Los discípulos se sienten débiles, pobres, desagradecidos; pero en la conciencia de casi todos es inimaginable una traición de tal calidad que conlleve la entrega del Maestro.
¡Para eso hace falta no sólo ser débil y pecador, sino ser muy pecador y traidor!
Demos gracias a Dios porque Él ha favorecido a la naturaleza humana con cierta dosis de bondad, y porque a la conciencia limpia le repugna hacer el mal.
3. Profundidad en el gesto de caridad:
"Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote."
Jesús unta el pan, lo entrega, y habla al corazón; no quiere la muerte y ruina del pecador, sino que se arrepienta y viva.
¡Gracias, Señor, gracias!
4. Profundidad en la ceguera de Judas (¿y acaso en la nuestra?).
"En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: "Realiza pronto lo que tienes que hacer"..." Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche."
Al desoír la Palabra y despreciar el gesto de Jesús, Satanás tomó posesión del corazón del discípulo, privándole de toda luz. Judas usó su libertad para decidir ser esclavo del maligno, y entrar en las tinieblas de la noche.
¡Todo se hizo noche en el alma! ¡Es como perder a Dios!
5. Desahogo de Jesús.
"Después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto."
Una vez esculpida en el corazón de Judas la traición a su Maestro, y dicho el adiós, resulta sorprendente humanamente, y grandioso en el plano divino, escuchar de labios de Jesús esta exclamación de entrega que contempla el triunfo final de salvación.
Jesús se lanza a consumar la obra de nuestra redención y de retorno al Padre.
Fuente: Dominicos 2003
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