(1542-1591, refundador de la Orden de Carmelitas Descalzos junto a Sta.Teresa de Avila)
pues que ninguno basta a deshacerlos,
y véante mis ojos,
pues eres la luz de ellos,
y sólo para ti quiero tenerlos.
Descubre tu presencia,
y máteme tu vista y hermosura;
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura.
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