Gracias, Señor, por haberme llamado
para hacer el bien a los demás,
a dar mi tiempo, mis energías a servir
con amor y sacrificio a quienes sufren.
Concédeme Señor, tu amor misericordioso,
para ser compasivo con los pobres enfermos
en el lecho del dolor y del hermano necesitado
que está caído en medio del camino.
Dame, Señor, un corazón grande para amar,
grande para sufrir y grande para perdonar.
Un corazón valiente y generoso dispuesto
siempre a sufrir algo por tu amor.
Un corazón sensible y delicado para
ponerme siempre de parte del que sufre Padre,
deja que mi corazón te busque a través
de mis hermanos y haz que mis ojos no dejen
de contemplar a Cristo Crucificado,
pues en este espejo debo mirarme continuamente,
para ser testigo de esperanza en medio del dolor.
Amén.
ORACION A LA SANTA
Señor venimos a Ti, llenos de confianza,
porque eres nuestro Padre. Tú, que nos mandaste
escuchar a tu Hijo amado, ilumina nuestro
corazón con su Palabra, para que, a ejemplo de
Santa María Josefa del Corazón de Jesús,
seamos dóciles a tu voluntad, fuertes en el
seguimiento de Jesucristo y entregados a
nuestros hermanos, especialmente los
enfermos y los más necesitados.
Amén.